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Última actualización: 17/Noviembre/2012

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Katmeowpower

26 sept 2011

Aunque es falso el aire, siento que respiro...


Estás en un cuarto completamente a oscuras. No puedes ver nada, ni siquiera el reflejo del claro luna, filtrado por una rendija, pero yo sí te veo, y puedo distinguir tu figura abandonada en un colchón viejo. Te observo, tu rostro apacible da muestra que has sido consumido por el sueño. Tan ausente estás de la realidad, que no te percataste de que abrí la puerta, y tomando lugar frente a donde estás recostado, comencé a desnudarme.

Tu respiración pausada me excita. Tan frágil y tan lleno de vida. Me acerco a ti, sigilosamente, como depredador cazando a su presa, pero justo cuando estoy lista para dar la primera mordida, me contengo, y me vuelvo un minino asustado buscando el calor en el pecho de su amo. 

Acaricio tus formas, siento como ligeramente tu piel se eriza al contacto de mis dedos. Pero es en tu cara donde centro mi atención, pareces tan ajeno a la situación en la que estás, tan tranquilo, tan en paz. No quisiera interrumpir tu estado, pero es tanta la atracción que me provocas que no puedo contenerme, y en un rápido movimiento, uno mis labios con tus labios.

Es un beso suave, casi imperceptible, pero lo suficiente para despertarte. Abres tus ojos tratando de ubicar tu vista, más sólo alcanzas a cruzar tu mirada con la mía. Te sorprendes, de todas las personas en el mundo, he sido yo lo último que hubieses imaginado encontrar en ese sitio. 

-Bésame- Te ordeno colocándome encima de tu cuerpo, pero sigues en tu estupor.
-Bésame...- Te repito más deseosa que nunca por hacer que cumplas con lo que te pido. Pero por más que intentas reaccionar, no puedes dejar de verme. Es así como me acerco y quedo a escasos centímetros de tu boca.
-Bésame, por favor...- Te ruego en un suspiro. Y como si mi aliento fuera mágico, reaccionas y concedes mi petición. 

Y nos besamos con hambre, con sed, son deseos de devorarnos completamente y ser uno para toda la eternidad.

Sonrío como sólo contigo puedo hacerlo, y te doy a entender que en esta ocasión, seríamos el uno para el otro totalmente y para toda la eternidad.

Rápidamente mis manos vuelven a tomar vida y comienzan a surcar entre tus ropas, desvistiéndote por entero y palpando cada tramo de piel descubierta. 
Te estremeces, pues es ahora que con besos candentes, deseos y tan llenos del amor jamás antes profesado, recorro cada parte de tu cuerpo. 

Es así que llegas a soltar un gemido cuando con mi boca rozo tu miembro erecto. Con la punta de mi lengua lo pruebo, lo degusto como si fuera el mejor de los dulces, ligeramente lo muerdo y tú sólo atinas a aferrarte a mi cabello. Me demuestras que te gusta lo que hago, pues comienzas a contorsionarte a la par que yo lo introduzco de lleno a mi boca y comienzo a masturbarlo.

No logras concebir el extraño efecto que llego a causar en tu ser. Que te hace morir y revivir en un segundo, no sabes el porqué mis caricias, mis besos y mis ojos centelleando pasión, te regocijan a tal grado de querer desfallecer en mis brazos y no querer regresar a la vida.

Me interrumpes en mi acción y llevas mi rostro directo al tuyo. Me besas cálido, casi con ternura, y al mismo tiempo, vibran nuestros labios en fogosidad. Tomas mi cuerpo e inviertes los papeles, es ahora tú quien me brinda con su tacto el mejor de los placeres. Te enfocas en mi pecho y juegas con mis pezones, porque sabes en qué puntos hacerme estremecer para dejarme llevar por aquellas sensaciones.

-Te amo- Suelto entre suspiros sin importar si me escuchas o no. Era una verdad que ansiaba decir.

Porque sé que este extraño amor, éste que nació una mañana cuando nuestros ojos se cruzaron, era enteramente aceptado. No obstante, deseaba más. Ambos lo deseábamos.

-Quiero amarte y ser tuya para para siempre. Quiero saber que me deseas tanto como yo a ti.
-No sólo te deseo- Percibo por primera vez tu voz en todo lo que va de la noche .- Te amo. Te amo como a nadie jamás volveré a amar. Tienes mi vida.
-Pero no me basta con eso- Indico besándote plenamente .-Quiero tu alma. Te quiero a ti, enteramente, como tú me tienes a mí.

Y silenciosamente aceptas, pues sabes que este deseo es recíproco.  Nos besamos nuevamente y dejamos que la llama de la pasión nos empezara a consumir. Enredando nuestros cuerpos, ofreciendo con nuestras manos y dedos miles de sensaciones eléctricas que nos dejaba el cuero ardiendo, deseando cada vez más algo que continúe estimulando nuestro fuego.

Así pues, comienzas a introducirte lento y deliciosamente dentro de mí. Y nuestra compatibilidad hace presencia, cuando en una embestida me haces soltar un quejido lleno del más puro gozo. Me halas, me colocas en tu regazo, necesitas sentirme, necesitas mirarme y amarme cómo sólo tú podrías hacerlo y comienzas a penetrarme siendo preso del enorme anhelo y gusto en el cual nos sumergimos.

Realmente la locura nos envuelve y nos lleva a ese placentero lugar que sólo los amantes conocen. Donde cada fibra de nuestro ser explota en júbilo por la fantástica demostración de afecto,

Nos amábamos, y nuestros ojos, lagunas veteadas de éxtasis y deseo, no mentían, pues se decían en silencio que éramos ya uno solo y que jamás nadie rompería esa unión.

Poco a poco siento que nuestro límite llega. Manifestándose entre respiraciones entre cortadas y gemidos sin censura. Nuestros movimientos salvajes me llenan de una emoción abrumadora. Sé que estoy a punto de alcanzar el orgasmo, y es en un momento, eróticamente armonizante, que nos hace terminar al unísono en un grito que expresa todos nuestros sentimientos.

-Te amo- Volví a decir, estando consciente que tal vez era la última oportunidad para decirlo otra vez.
-Y yo a ti- Murmuraste lo que tu agitada garganta te permitió pronunciar. 

Nos besamos, musitando todo el sentimiento que aún guardaba nuestros corazones, uno que era único entre tu y yo. Y la noche era joven para seguirlo demostrando, porque aunque el mañana se trataba de una cosa completamente incierta,  por el momento era tiempo de amar, y nada más.


.-.-.-.-.-.

Casi no suelo publicar este tipo de relatos, pero tenía muchísimo tiempo que no escribía algo "sexy" y aprovechando la inspiración, decidí hacerlo.

Debo aclarar que el título no tiene nada que ver con la canción "Mientes tan bien", sí, lo saqué de ahí, pero interpreté esa frase como algo más dirigido al encuentro de dos amantes que sólo se dedican a disfrutar del momento y de su amor, pase lo que pase.





5 comentarios:

Evan Gilbird dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Evan Gilbird dijo...

te extraño... mas de lo que te imaginas.

Evan Gilbird dijo...

te extraño de muchas maneras, algunas mas pervertidas que otras, algunas mucho mas romanticas, algunas incluso extrañas, pero creeme que es probable que dedique almenos un minuto de mi dia a pensar en ti.

Rebeca (Nee-chan) dijo...

reminds me of the nocturnal that show me the other day ... a wonderful love song! ;)

=^Lizdan-LoKat^= dijo...

Adoro tu historia, tienes toda la razón, a veces nos llega la inspiración para escribir este tipo de relatos, pero no siempre lo hacemos, así que bien por ti!, me gusta mucho lo que escribes, en verdad...

 

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