Saben... Es curioso, ésta fecha me pone con los sentimientos encontrados. Verán, ¡me encanta!, en serio ¡me encanta la época! La música, los colores, la comida, el clima, las tradiciones...¡todo! Sin embargo, nunca ha sido feliz completamente.
Y creo que me he resignado a que cada Navidad siempre será puras melancolías para mi. Digo, desde que tengo memoria puedo recordar que en cada Noche Buena me llega un vacío que no sé cómo describirlo, es extraño, porque a pesar de estar rodeada de toda mi familia, amigos y conocidos, todos alegres y contentos, una parte de mí se siente fuera de contexto.
¡Menudo fiasco que soy! ¿o no?. Sospecho que al fin me uní a esa masa de gente hipócrita y rutinaria que tiene que festejar porque todo el mundo lo hace, aunque ya ni siquiera recuerden la "verdadera razón" del por qué se celebra ésta fecha. ¿O será que mi ingenuidad tiene la esperanza de que algún día pueda decir con total certeza: Feliz Navidad?
Como les digo, no puedo quejarme de nunca haber tenido una navidad feliz, porque eso es técnicamente una mentira; lo que sí es verdad, es que nunca la he disfrutado al 100%. Aunque... tengo el vago recuerdo de una Noche Buena en especial, o al menos, un 90% de gozo. Tendría yo como unos 10 años; algunos tíos habían llegado a mi casa, mi primo de EU también y algún que otro conocido o amigo de mis padres o de mi hermana igual se encontraban ahí. Yo, como es costumbre, me quedaba jugando con mis primos y sobrinos. Intuyo que a partir de éstas fechas comencé a sentirme inadaptada. Le explico; para la edad que tenías mis primos, yo era mucho mayor, pero a comparación con la de mis padres o tíos, yo todavía seguía siendo pequeña. De alguna forma en ninguno de los dos círculos encajaba. Pero en fin, de alguna forma mi lado infantil predominaba y no me complicaba las cosas. Así pues, ésa noche jugamos no sé que tantas cosas, desde echar cuetes, "atrapis", a las "escondidas", a los "caza fantasmas", hasta estar enviciados con el Mario Party o el Mario Kart. Después dieron como las 1:00 de la mañana y ya todos ellos se habían quedado dormidos viendo la película del "Extraño Mundo de Jack" (Nunca olvidaré ese hecho porque fue la primera vez que la veía completa *3*) Entonces, haciendo zapping, llegué al canal de Cartoon Network y me encontré con una especie de maratón o algo así de la serie de InuYasha, no recuerdo bien, a penas comenzaba a asimilar el término de "animé" y de "otaku", así que muy fan fan no era, sólo que en esa ocasión me quedé viéndola hasta que dieron como las 5:00 de la mañana. Lejos del bullicio y la parranda, esas horas en verdad me hicieron sentir satisfecha.
Y saben, realmente considero así mi Noche Buena ideal: sólo una noche con una taza de café o ponche en mi mano y en la otra el control remoto listo para darle play a esa selección de películas clásicas que me mantendrán despierta hasta altas horas de la madrugada. Sé que eso realmente es una tarea sencilla y que no tendría entonces por qué estar escribiendo esto ahora sobre cómo ninguna Navidad me ha hecho sentir bien, pero hay un detalle que no he mencionado, un detalle un tanto importante, y ese es, que para que la escena esté completa me hace falta la compañía de alguien. Y no cualquier alguien, me refiero a alguien especial, alguien que comparta mis gustos, mis miedos y mis tristezas, alguien en quien confío y viceversa, alguien que me quiera. Pero a lo largo de este tiempo no lo he visto llegar, hace un par de años tenía la impresión de que al fin lo había encontrado, pero igual me quedé sola para estas fechas. Tampoco es que lo ande buscando desesperada, yo sé que cuando sea su momento llegará, y cuando cumpla con esa tonta fantasía que tengo para Noche Buena, entonces podré al fin quitarme todos esos sentimientos encontrados que la Navidad y éstas fechas me provocan.
Ahora, después de todo mi choro mareador emo-tivo, les dejo un videito que la ociosidad me permitió hacer. Espero lo disfruten y que ustedes sí tengan una completa y dichosa feliz Navidad. :P
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